domingo, 20 de marzo de 2011

Cuando los árboles hablen

Laurie Halse Anderson, autora de Cuando los árboles hablen. FUENTE:
http://madwomanintheforest.com/laurie/

Melissa se convirtió en alguien especial, introvertida, reservada después de aquella gran fiesta. Cuando hubo finalizado, ya no era la Melissa de siempre, sino alguien solitaria a la que todos ignoraban y que se sentía en completa desventaja física, moral y emocional del resto de compañeros de clase. No era capaz de transmitir sentimiento alguno ni siquiera en casa. Y lo peor es que, al leer el libro del que les hablo, transmite esa misma infelicidad y tristeza al lector que, al contemplar deseoso cada una de las palabras y mensajes interiores que abundan en el pensamiento de Melissa, se implica en la obra como si de una historia propia se tratara. Es fabuloso deletrear cada uno de los gestos emitidos por los personajes, analizar cada paso dado por ellos e ir añadiendo las piezas que faltan para completar el puzzle porque todo ello es lo que hace a cualquier obra resplandecer. Y esta, sin duda alguna, lo ha conseguido. 

Se trata de un drama tan espeluznante que casi te deja sin aliento, una creación con la que Laurie Halse Anderson se lució. Ciertamente, en un principio, la obra carece de sentido y se centra más en aspectos que poco importan con relación a la historia que al fondo de la cuestión en sí. Ahora bien, transcurridas ya unas cuantas paginitas, te hace recobrar los cinco sentidos del golpe. El olfato porque necesitas avanzar cada vez más y descubrir piecitas nuevas; el gusto, porque cada vez atrae más; el tacto porque desearías estar por un momento en la piel del personaje principal para sacar ese yo interior que lleva dentro; la vista porque sólo te permite tener ojos para él y el oído porque, cuando te dedicas a leerlo, no hace más que centrar toda tu atención en Melissa, de manera que sólo estás tú, ella, y el mundo que la rodea. Ese en el que tú también te sientes tan a gusto.

John Boyne, autor de El niño con el pijama
de rayas. FUENTE: Wikimedia Commons
Cuando los árboles hablen no sólo tiene de especial a su personaje principal, una joven abatida y afectada por un secreto que, precisamente, sólo los árboles que pinta en su clase de Arte pueden revelar, sino que además se trata de un misterio tan recóndito que te hace sumergirte en sus aguas más profundas. Dotado de un sustrato puramente psicológico y emocional, es uno de los libros que merecen ser leídos con lupa. Claramente, se podría comparar con historias como Mi planta de naranja- lima, de José Mauro de Vasconcelos o incluso alguna que otra más reciente como podría ser El niño con el pijama de rayas de John Boyne por su naturaleza estrictamente emocional.

Vamos, que con todos estos halagos, Laurie Halse Andersson está como para morir de éxito con este libro.

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