Fuente: Wikimedia Commons
Es importante definir lo que es la información veraz, antes de entrar en profundidad en el tema. Muchos teóricos afirman que no hay información veraz, la veracidad es una cualidad del sujeto, del Informador; pero no del objeto, en este caso, de la Noticia.
La ley habla de este tema, en el artículo 20, y establece que el requisito de veracidad de la información no exige la demostración plena y exacta de los hechos;
“(…) No es requisito de la prueba de veracidad la demostración plena y exacta de los hechos imputados. Basta con un inicio significativo de probanza, que no es, ni lógicamente puede ser, la de la prueba judicial.”
La información veraz, sin manipulaciones, o por lo menos, sin intención de manipular, es la obra de arte del periodista. Al tomar el fruto del trabajo periodístico como una obra de arte, nos recuerda las palabras de Walter Benjamin, donde habla sobre las copias de dichas obras y de su autenticidad.
El verdadero espíritu de la obra (para Benjamin), se puede considerar que es el mismo espíritu que posee la información veraz, “El aquí y el ahora”. Esta cualidad tan importante tiene como principal característica, que es irrepetible y único. Otros podrán ser portavoces de las noticias vistas y presenciadas por otros, pero nunca se igualará al resultado obtenido en “el campo de batalla”.
El vivir la información, el luchar en contra de todas las dificultades que aparecen muchas veces en algunos lugares desde los que se reporta la información, convivir con una cultura distinta, hablar con la gente del lugar, todo esto son detalles que forman parte del espíritu de la noticia, esta visión que solo se puede tener estando bajo el mismo cielo de los acontecimientos.
Con esto no se quiere decir que las noticias difundidas por periodistas que no están en el lugar donde acontece la información, carezcan de veracidad, solo que les falta ese toque autenticidad, esa visión que solo se obtiene estando en el lugar de los acontecimientos.
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