sábado, 2 de abril de 2011

Camino a la Cordillera Andina Venezolana

Fuente: Wikimedia Commons

La ciudad más importante de la zona andina venezolana es Mérida, capital del estado Mérida. Existen varias formas de llegar a esta ciudad, si viajas desde Caracas, una opción es por vía aérea, tomando un vuelo directo desde el aeropuerto Simón Bolívar en La Guaira (aeropuerto principal del país, conectado con la capital venezolana por medio de la autopista Caracas – La Guaira, un recorrido de unos 30 minutos aproximadamente). Otra opción, es en coche, y esta es la que te voy a relatar en esta crónica.

Es un viaje bastante largo, de unas 12 horas aproximadamente, en el que nos desplazaremos desde el centro del país hasta el oeste, y que nos mostrará un poco la diversa geografía nacional hasta llegar a nuestro destino, Mérida.

Al salir de Caracas tomaremos la autopista regional del centro, por la que recorreremos el Estado Miranda y Carabobo. Al llegar a Carabobo, tenemos dos opciones, una es tomar la autopista centro Occidental hasta Carora (en el Estado Lara) y allí se toma la autopista panamericana que nos deja en Mérida, esta vía es más rápida, pero menos rica en paisajes andinos. La vía que vamos a tomar es la de la Autopista de los Llanos que nos deja en el Estado Barinas, y en este punto tomamos la Carretera trasandina.

La hora de la comida nos va a coger en plena Autopista de los llanos, ya sea en el Estado Cojedes, Portuguesa o Barinas. Nos vamos a detener en el estado Portuguesa para comer el plato típico de esta zona, la carne en vara (carne a la parrilla cocinada en leña).

Después de este descanso retomamos nuestro camino, al llegar al estado Barinas tomamos La Carretera de los Andes.

Aquí ya comienza la verdadera aventura andina, con curvas pronunciadas y cuestas increíbles. Por esta vía pasaremos por varios pueblos andinos. Al llegar a los páramos venezolanos, caracterizados por la presencia del frailejón, una planta muy común en esta altitud, vale la pena hacer una parada en la famosa Laguna Negra o Laguna de Mucubají.

Esta noche nos quedaremos a dormir en un pequeño pueblo a 3.142 metros sobre el nivel del mar, San Rafael de Mucuchies. En este pueblo hay una pequeña posada regentada por una familia local, donde podrás degustar la gastronomía de la zona.

Mucuchies nos da una idea de cómo es la vida en el resto de los pueblos andinos que hemos visto durante nuestro recorrido. Con su pequeña plaza Bolívar (típica de todos los pueblos y ciudades Venezolanas) y la iglesia al frente. Callecitas empinadas y estrechas, llenas de casas con techos de tejas color naranja, envejecidas por los años, pequeñas bodegas (lugar donde se vende comida u otros productos de primera necesidad, muy típicas en poblados pequeños), en fin una imagen muy pintoresca, que vale la pena disfrutar.

Al otro día, por la mañana, después de disfrutar de una buena pizca andina continuamos nuestra ruta hasta Mérida. Ahora comenzamos a bajar un poco, porque Mérida se encuentra a 1.600 metros sobre el nivel del mar.

Al llegar a Mérida la primera impresión que tenemos es la de una pequeña ciudad, con un clima bastante agradable, y muchos jóvenes en sus calles. Lo de los jóvenes se debe a que esta ciudad alberga a una de las universidades más importantes del país, la Universidad de Los Andes, con varios campus ubicados en diferentes puntos de la ciudad. También se ven muchos mochileros y turistas en general.

Al caer la tarde no nos podemos perder la heladería Coromoto, que posee el record Guiness por ser la heladería con mayor variedad de sabores de helados en el mundo. Puedes encontrar desde helado de guacamole, hasta el de langosta. Mientras te comes tu helado te entretienes viendo las fotos de los personajes famosos que la han visitado.

Otro de los lugares que no te puedes perder en esta ciudad es su teleférico, el más alto del mundo, y el segundo más largo del mundo también. Este tiene varias estaciones, y su estación final es el Pico Bolívar, con su nieve perpetua, que se encuentra a 4.980 metros de altura.

Tienes que visitar dos parques que nos muestran cómo era la vida en Los Andes venezolanos a principios del siglo pasado. Uno de estos parques es “Los Aleros”, que nos recrea la Venezuela de los años 30. El otro es "La Venezuela de Antier”, que nos muestra la evolución de Venezuela desde los años 20 hasta los 50, pasando por todas las tradiciones que luchan por permanecer vivas en pleno siglo XXI.

En fin, Mérida es una ciudad llena de sorpresas, record guiness, mucho folklore y tradición, un clima perfecto, jardines y caídas de agua, y la amabilidad de los andinos que harán de tu estancia una experiencia única.

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