Actualmente el mundo musulmán está viviendo un autentica revolución, los primeros en alzarse fueron los tunecinos, quienes lograron la dimisión del presidente Ben Ali, estos fueron seguidos por los egipcios, quienes también consiguieron su objetivo, ahora se unen a las protestas Bahréin, Argelia, Libia e Irán.
No es la primera vez que los opositores a Mahmud Ahmadineyad se alzan en contra de su régimen. La primera vez que el “movimiento verde” se organizó fue tras las elecciones presidenciales del 2009, en apoyo al reformista Mir Husein Musaví, quien aseguraba que los comicios, que daban como ganador al actual presidente iraní, eran fraudulentos.
El gobierno de Teherán sofocó las revueltas con un fuerte despliegue militar, utilizando toda la violencia que fuera necesaria para detener a las masas. Se cuantificaron, según cifras oficiales, treinta fallecidos, y más de sesenta según los datos de la oposición.
El pasado martes 15 de febrero comenzaron de nuevo las manifestaciones de éste movimiento, tanto en la capital como en otras ciudades del país. A pesar del amplio despliegue policial los manifestantes acudieron al llamamiento, donde se desencadenaron disturbios y numerosas detenciones. Entre los detenidos se encontraba el cónsul general de España en Irán, Ignacio Pérez Cambra, quien estuvo detenido por más de cuatro horas, sin haber recibido ninguna información sobre el motivo de su detención.
Este domingo las manifestaciones opositoras han continuado, a pesar del despliegue de miles de efectivos en las calles de Teherán y otras ciudades iraníes donde han sido convocadas las protestas.
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