jueves, 17 de febrero de 2011

Agatha Christie: La reina del crimen

"No soy, por cierto, de los que misteriosamente desdeñan las tramas misteriosas. Creo, al contrario, que la organización y aclaración, siquiera mediocres, de un algebraico asesinato o de un doble robo comportan más trabajo intelectual que la casera elaboración de sonetos perfectos o de molestos diálogos entre desocupados de nombre griego".
José Luis Borges.

Por supuesto, no se puede uno referir a este género literario sin nombrar a la reina del crimen: Agatha Christie. Más de medio centenar de obras publicadas, varias de ellas llevadas al cine (algunas en más de una ocasión), adaptaciones teatrales (la ratonera lleva exhibiéndose ininterrumpidamente en Londres durante más de cincuenta años) y un largo etcétera de éxitos fructíferos. Agatha Christie es la autora más vendida de la historia después de William Shakespeare. ¿El secreto de su éxito? La seductora red de enredos y artimañas que teje con cada novela.

También contribuyen, por supuesto, los dos personajes clave, frutos de la imaginación de la escritora, que nos acompañan durante sus novelas; investigando, revelando datos, proporcionándonos la solución a un enigma que nuestra mente es incapaz de descifrar.

Hércules Poirot: Es un oficial de policía belga ya retirado. Se caracteriza por tener una cabeza en forma de huevo y por su gran bigote. Este peculiar detective ha protagonizado más de treinta novelas y resuelto varios casos más si contamos con los relatos cortos que se han ido recopilando en diferentes volúmenes. Poirot se caracteriza por tener un excéntrico carácter y por su enorme ego. Pone de manifiesto sin pudor alguno su sentimiento de superioridad ante los demás y aunque a lo largo de algunas novelas llega a reconocer hallarse en un callejón sin salida, al momento de aceptar un caso no duda de su capacidad para resolver el crimen.

Estructura de las obras de Poirot:

-Se produce un asesinato.
-Aparece Poirot
-Investigación del crimen
-Poirot reúne a todos los sospechosos para revelar la solución del enigma ante todos ellos.

Miss Marple: Solterona británica, residente en la aldea de St. Mary Mead. No es detective, pero siempre tiene éxito donde la policía falla. Usa su instinto y su conocimiento de la naturaleza humana para resolver enigmas. Aparece por primera vez en el ya mencionado libro Muerte en la Vicaría, a partir de entonces, protagonizará más de quince novelas. Se caracteriza por ser una ancianita bastante entrometida y cotilla, que tiene un olfato súper desarrollado para oler problemas.

Estructura de las obras de Miss Marple:

-Asistimos a un día en la vida de Miss Marple
-Ocurre algo que hace que ella investigue
-Normalmente, se descubre que hay un crimen del pasado que ha quedado sin resolver
-Miss Marple descubre quién fue el asesino y va a por él personalmente

A continuación, una selección de las mejores obras de esta mítica escritora, que ha sentado las bases de lo que hoy en día conocemos como novela negra o de misterio.

El misterioso caso de Styles (1920). Fue el primer libro publicado por la autora. En él, una anciana ricachona muere envenenada en su mansión y su joven y reciente marido se convierte en el principal sospechoso. La historia está narrada en primera persona por Hastings, acompañante de aventuras de Poirot y que hace las veces de Watson en las novelas de Christie. Cómo suele ocurrir en el género, los personajes de la novela no están demasiado explorados y se convierten en meros peones del juego que se irán eliminando poco a poco de la partida. La importancia de la novela no está, como digo, en el carisma o personalidad de unos potenciales personajes, sino en la trama, la intriga, el entramado de giros y sorpresas inesperadas. Sí se desvelan, sin embargo, detalles del carácter de Poirot, que es descrito por el narrador de forma casi idólatra, llegando a resultar en ocasiones, irritante. Por otro lado, es cierto que me pareció que la trama avanzaba con cierta lentitud, para presentar un final cargado de revelaciones y datos, quedando una conclusión un tanto confusa.

El asesinato de Roger Ackroyd (1926). Esta obra supuso el primer éxito importante de la autora. En ella, Roger Ackroyd es asesinado en su estudio, apuñalado por la espalda. Se trata de la tercera muerte sospechosa en el pueblo de King's Abbot. De nuevo, la novela está narrada en primera persona, pero esta vez, la autora se libra del entusiasta punto de vista de Hastings para emplear el de un habitante del pueblo dónde sucede la acción y que es testigo de todo el proceso de investigación. Poirot, puede que gracias a la supresión del personaje de Hastings, ahora resulta menos pedante, aunque su gran concepción de sí mismo sigue intacta. Los personajes tienen un mayor transfondo psicológico y se introducen algunos caractéres secundarios que no están relacionados con el crimen sino que sirven como apoyo psicológico para conocer la personalidad de los protagonistas. Sirve de ejemplo el personaje de Caroline Sheppard, por la que la autora declaró sentir gran cariño. Noté bastante más agilidad en el relato, proporcionando los datos necesarios para la resolución del crimen en cómodas píldoras y sin embargo, brindando un espeluznante e increíble final con un método y estilo que posteriormente sería copiado hasta la saciedad. También estamos ante una de las primeras novelas en las que se da una situación muy carácterística en las obras de Christie: los personajes se toman la justicia por su mano.

Asesinato en el Orient Express (1934). El Orient Express se encuentra bloqueado a causa de la nieve, por lo que los pasajeros no pueden abandonar el tren. Entonces, uno de ellos se encuentra asesinado salvajemente a base de puñaladas. Esta es la premisa de una de las mejores novelas de Agatha Christie. Esta vez, la acción es narrada en tercera persona por un narrador omnisciente e imparcial, proporcionándonos datos totalmente objetivos del rompecabezas, planteándonos un ejercicio de ingenio y agudeza mental casi imposible de descifrar a priori, y cuyo desenlace impactará al lector sin importar su familiaridad con el género o con las obras de la autora. Pese a esto, si se le brinda una segunda lectura a la novela, uno se da cuenta de que Christie ha proporcionado todos los datos necesarios para que el lector resuelva el crimen por sí mismo, convirtiéndose en un detective más, pero que a pesar de todo, fracasará en su elección del asesino. El relato adquiere una agilidad increíble basado en un sistema exclusivo de entrevistas con los sospechosos en los que se limitan a ofrecer su versión de los hechos. De nuevo, en esta novela, al final, los protagonistas se toman la justicia por su mano.

Diez Negritos (1939). Esta es para mí, la novela más lograda de Agatha Christie. La más oscura y visceral, y una de las señas identificatorias. En ella, diez personas son invitadas a pasar unos días a la isla del negro. Pronto empiezan a ser asesinadas una una de forma parecida a la relatada por una canción de cuna: Los diez negritos. De nuevo, los hechos son relatados por un narrador omnisciente en tercera persona, pero esta vez, este narrador se adentra en la mente de los personajes y nos transmite sus sentimientos y emociones dando lugar a unos de los personajes más trabajados y tridimensionales de toda la bibliografía de la autora. La novela adquiere un ritmo endiablado a partir del primer asesinato y además se enriquece de recursos narrativos tales como el flashback, cuyo uso nos permite conocer hechos pasados de los protagonistas, para así entender sus acciones en el presente. De nuevo, Agatha Christie nos proporciona un final increíblemente sorprendente, a la altura de las expectativas de los lectores más exigentes.

Telón (1975). En Telón, Christie nos relata el último caso de Hércules Poirot, que inválido y a las puertas de la muerte, invita a su amigo Hastings a pasar unos días en Styles, lugar donde resolvieron su primer caso juntos, ahora convertido en una hospedería. La despedida de Poirot se produce en el mismo lugar dónde comenzaron sus aventuras. Hastings vuelve a ser su acompañante y vuelve a ser el narrador de la obra, aunque esta vez, la novela está mejor estructurada y no hay ningún bajón de ritmo. Después de tantos casos, la autora tenía difícil proporcionarle a Poirot un final a la altura sin volver a repetirse a sí misma. Sin embargo, lo logra completamente. Telón se trata del último rizo del rizo. Es una obra increíblemente compleja que necesita de un epílogo explicativo de más de cincuenta páginas que nos aclare la historia. Puede que haya listillos que presuman haber adivinado quién era el asesino en alguna qué otra obra (sé de alguien que dice haber acertado el de Asesinato en el Orient Express, aunque yo sigo sin creérmelo), pero en Telón es completamente imposible. Christie se saca un as de la manga tan imprevisible que cualquier afirmación contraria carece de toda credibilidad.

Aquí concluye mi pequeño acercamiento a la obra de esta grandísima escritora. Espero que la lectura haya resultado amena a cualquier tipo de lector que se haya animado a efectuarla.

Práxedes Millán Erenas

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